Portella: una casa con mucha alma en el corazón de Palma
Si estás buscando un lugar en Palma de Mallorca donde la historia, el arte y el lujo sutil se unan para ofrecer una experiencia única, Portella es la opción perfecta. Situado justo enfrente de los Baños Árabes, uno de los vestigios más antiguos de la ciudad, este alojamiento slow no solo ofrece una estancia, sino una inmersión en la cultura y la esencia de Mallorca.
Una Casa Restaurada con Encanto y Tradición
Lo que hace especial a Portella es que no se trata de un hotel convencional. Es una casa restaurada, que ha sabido conservar toda su esencia mientras se adapta a las necesidades contemporáneas. Con un legado que proviene de su anterior propietario, un pintor, el hotel ha mantenido la autenticidad de sus espacios, permitiendo que la historia y el arte se sientan en cada rincón.
Lujo Discreto: Elegancia en los Detalles
En Portella, el lujo se expresa de manera discreta y refinada. Este no es un lugar que busque impresionar con grandes lujos ni excesos, sino que se enfoca en ofrecer una experiencia sofisticada pero serena. La elegancia aquí está en los detalles: desde los materiales locales utilizados en la restauración hasta la decoración que honra la tradición mallorquina.
Una cocina como la de casa, con un toque extra
Todo lo que se sirve en el hotel proviene de la cocina de la finca, que está abierta a los huéspedes para que puedan ver cómo el chef prepara los platos. Cada mañana, los desayunos se elaboran de manera artesanal, con ingredientes frescos y de proximidad que reflejan la tradición culinaria de la isla. Además, el hotel ofrece un menú a la carta tanto para el almuerzo como para la cena, donde los platos locales se fusionan con un toque contemporáneo.
Un Puente entre la Historia y la Modernidad
Más que un hotel, Portella se posiciona como una casa. Así es como lo definen quienes lo han creado, y es precisamente esa la sensación que se experimenta al entrar. Se trata de un espacio en el que se promueve la sensación de pertenencia, de conexión con el entorno, y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Es un lugar donde el pasado y el presente conviven perfectamente.
Con esta filosofía, la finca ha logrado fusionar la historia local con el confort contemporáneo. Sus habitaciones, que mantienen el espíritu del pasado, están equipadas con todo lo necesario para que tu estancia sea cómoda y tranquila. El ambiente que se respira en cada uno de sus rincones te invita a relajarte y desconectar, mientras te sientes parte de la vida palmesana.
Arte y Cultura en el Corazón de Palma
Si bien la ubicación de Portella, frente a los Baños Árabes, es un atractivo en sí mismo, el hotel también se distingue por su dedicación al arte. Desde su restauración, el hotel ha integrado piezas artísticas que no solo embellecen los espacios, sino que también cuentan historias de la isla. En cada rincón, se respira el arte local, lo que convierte a Portella en una verdadera galería de sensaciones, un lugar donde cada pieza tiene su historia y su conexión con la identidad mallorquina.
Como parte de los vidrios y luminarias, que las firma Gordiola, una empresa familiar con una tradición en el cristal de más de 300 años.
Nos gusta por:
- Ser una alojamiento slow
- Su apuesta por representar un tipo de turismo que busca el lujo en lo cotidiano y lo sutil
- Su vínculo con la tradición local, el arte y la cultura
- Por hacernos sentir como en casa :)
